El Refugio
El Refugio

¡Ey fallouteros! ¡Siento la tardanza, he tenido poco tiempo libre y no he podido escribir, pero espero que os compense este capítulo, que estará lleno de giros inesperados y abundantes diálogos!. Nada más decir, ¡espero que os guste!


Cuarto capítulo: Las oportunidades emergen


Estoy en Casa Madrid. Estoy despierto. Lentamente, me incorporo hacia arriba y me rasco los ojos, quitándome las legañas que tenía. Miré a mi alrededor y suspiré. Otro día la misma mierda... Pensé. Me levanté poco a poco, mi armadura estaba debajo de la cama de donde dormí ayer por la noche, comprobé mi reloj y eran las 9:10. No sé si soy un despertador biológico, pero casi siempre me levanto a esa hora. Me quité la ropa de noche que tenía puesta, además de maloliente era incómoda. Comprobé también mis pertenencias a ver si algún gorrón se las había llevado, pero todo bien. Cogí mi armadura, luego de 4 minutos abrochando cinturones, poniendo hombreras, poniéndome las botas... estuve listo. Salí, sin más. Poco a poco mientras salía iba leyendo ese libro que me encontré en la caravana, hablaba de cómo sobrevivir en el Yermo dando consejos prácticos.
Al final del libro vi el nombre de la autora, y se llamaba 'Moira Brown'. A saber de dónde es eso... Pero comprobé todos los consejos y parecían ser seguros y correctos. Cuando salí de esa, entre comillas, ciudad, tenía un objetivo claro, y era pasarme a Freeside. Siempre he tenido curiosidad por esa ciudad, siempre he tenido curiosidad por ver el cartel de New Vegas, y es más, he tenido siempre el deseo de ver el Strip delante de mis ojos. Pero era eso, un deseo, una ilusión, algo que no se iba a cumplir por más que quisiera. Fui corriendo, me topé con un necrófago y le volé los sesos. Fue asqueroso, pero el olor a muerto por la mañana es algo que no tiene precio. Fui avanzando, pasaron 3 horas, acampé para comer y beber, me fui, a las 2 horas llegué. Un gran cartel iluminaba la entrada. Ponía 'Freeside'. A su entrada habían 4 hombres que en cuyas camisetas por detrás tenían una corona. ¿No serán los reyes? Esos que se creen los amos, pero que no llegan ni a mierda, de lo gilipollas que llegan a ser. Pasé de ellos, como la mierda.
Al entrar vi a un hombre que vendía comida radiada, ya sabes, mierda como carne de mutaracha, carne de Geco... Aunque si llegara a tener el delicioso Kebab de Geco, se lo compro pero sin pensarlo. Fui avanzando y me encontré con dos hombres que corrían hacia mí. Sí, para matarme. Enfundé mi rifle de Servicio, que lo reparé ayer por la noche, y de 4 tiros certeros cayeron. ¿Qué cojones pasa? ¿Así tratan a los forasteros? Al fin y al cabo, no son muy civilizados esos cabrones. Fui andando, miré una tienda llamada 'Mick & Ralph's' y entré.
Me dirigí al vendedor y dije:
-Hola, soy Dave, acabo de llegar a la ciudad y estoy perdido, sabes donde venden suministros?
Dije con lentitud.
-Pues chaval, estás en el lugar adecuado, dime qué quieres y te diré si lo tengo.
Me respondió el hombre barbudo.
-Ok, me enseñas qué tienes?.
Me enseñó todo, yo tenía 600 chapas, algo que logré robar y coger por el camino.
Le compré agua purificada y un par de estims. Estaba bien contento, me cobró solo 95 chapas, por 2 estimulantes y dos botellitas de agua.
Le dije agradecido, que muchas gracias por vendérmelo tan barato.
Entrecortado, le pregunté:
-Perdona, ¿pero sabes cómo se puede entrar en el Strip?
Dije.
-¿Eres de los casinos?
Yo dije que no, ya me gustaría ser de esos 'casinos' que él habla.
-Pues... tengo una tarjeta VIP que encontré deambulando por el Mojave. Te la puedo vender a 500 chapas, con esto puedes entrar sin ningún problema.
-¿Qué? ¿500 chapas? ¿Pero tú estás de coña o qué tío? ¿Me ves cara de rico?
-No, pero imagínate que me pillan a mí, por lo menos me podría comprar algo de defensa
-Mira, no sé si me la voy a comprar, porque si me compro eso, este mes no como.
-Bueno... por caerme bien te la puedo dar a 400 chapas, ni para ti ni para mi.
-Creo que si te doy este rifle de servicio con un riel colgante, ¿me la das a 90 chapas?
-Trato hecho, pero antes debo probarla.
La probó, todo bien.
-¿Qué? ¿Te gusta?
-Joder, y tanto, con esto le vuelo la cabeza a un muti y ni se entera. Va, te la dejo a 80 por darme esta preciosidad.
Accedí, pagué las chapas, me dio el pase y me fui saltando de alegría.
¡¡¡SIIIIIIIIIIIIIIII!!! ¡¡¡POR DIOS, MI SUEÑO HECHO REALIDAD!!! ¡¡Follaré lo más que pueda en el Gomorra, apostaré a lo loco en el Tops y comeré como un rey en el Luxe!! ¡JODER! Qué alegría coño... ¡SOY EL PUTO AMO! JAJAJA
De mientras que salía, se observaba cercamente un casino que se llamaba 'Atomic Wrangler', en su entrada, había un vagabundo pidiendo chapas. Ignoré a ese tío, y fui a la entrada del maravilloso lugar llamado el Strip de ¡NEW VEGAS!
Vi a 5 robots con televisiones y ruedas que protegían la entrada. En la entrada había un chaval de unos 20 años más o menos, intentando entrar, diciéndole que solo le faltaban 10 chapas para hacer una prueba para saber si tenía chapas suficientes para entrar.
Se alejó con cara tristona, y se acercó a mi.
-¿Perdona, pero no tendrás diez chapas?
-Pues... sí, las tengo, pero son mías.
-Ah... ok, gracias...
-Ey, tranquilo, te las puedo prestar... ¿pero para qué las quieres? Si vas a hacer algo de provecho, utilízalas bien.
-Pues... en realidad he venido aquí a por un hombre de traje de cuadros... me pegó un tiro en la sesera.
-¿Cómo, en serio?
-Sí, estaba enviando un paquete a un sitio llamado Goodsprings, justo ahí un robot me salvó, y el doctor me curó, y me las ingenié para llegar hasta aquí.
-Pues vaya, yo lo que no entiendo es cómo cojones sigues vivo
-Bueno, eso también me lo pregunto, pero son preguntas sin respuesta que quiero adivinar su respuesta.
-Todavía no te lo he preguntado, ¿pero cómo te llamas?
-Me llamo Shaun, vengo de DC a enviar este paquete a Goodsprings, como ya te dije.
-Oh, ok. Entonces... ¿vas a vengarte?
-Pues mira, no lo sé, no soy el tipo de persona que mata por gusto. Pero... me gustaría ver a ese hijo de la puta que me disparó mientras me tenía las manos amarradas, sufriendo.
-Toma estas 10 chapas-¡Se las di! ¡Con lo egoísta de mierda que soy (y lo reconozco) se las dí, mientras me decía agradecido que se las iba a devolver.
Bueno, el extraño chaval pasó, mientras yo, me acerqué a un robot que custodiaba la puerta, se acercó antes a mi y me dijo
Presenta una prueba de liquidez o presenta un pase autorizado, de lo contrario, usaremos la fuerza letal.
Tengo una tarjeta VIP.
Antes de dársela, la miré atentamente: Tenía una imagen de un hombre con un sombrero, con un esmoquin, y con letras grandes se podía ver 'Dean Domino'.
Se la dí, la comprobaba, y me dijo:
-Adelante, puedes entrar.
La puerta se abrió, a cal y canto. Era de noche. Las luces de los casinos me cegaron casi la vista. Por fin, el mayor deseo que tenía, lo había cumplido.
Faltaba poco para dejar la vida que tenía, pero no estoy muy seguro: De quedarme aquí y apostar como un ludópata, o seguir haciendo algo de provecho (como es carroñar), la mayoría de los habitantes de la pre-guerra lo hacían y eran felices. Yo, era feliz viendo neones y casinos. ¿Es esa la verdadera felicidad? ¿Dejar tu vida cotidiana a esto? Sinceramente, no lo sé...