Randall Dean Clark (5 de Febrero de 2053 hasta 23 de Enero de 2124) fue un ex soldado del Ejército de los Estados Unidos que se refugió en el Parque Nacional de Zion tras los devastadores eventos de la Gran Guerra. Su existencia solitaria y su vocación a defender a los habitantes de Zion de amenazas externas le dieron a él y a sus cámaras improvisadas un estatuto místico, el "Padre de la Cueva", una figura divina para los Afligidos.
Su diario intermitente esparcido por Zion sirve como su autobiografía. Comenzando por la muerte de su familia con la caída de las bombas. Randall describe sus miedos a la radiación y su eventual salida al nuevo mundo para explorar la flora y fauna que se había adaptado a él. También cuenta cómo protegía a otros supervivientes y destruía a los que atacaran a los inocentes. Lo va mostrando cada vez más como "El Padre", que se volvería un ejemplo para el grupo de niños que eventualmente serían los Afligidos, pasando a la historia sin saberlo.
Historia[]
Primeros años[]
Randall Clark, nacido el 5 de febrero de 2053 sirvió con el ejército de los Estados Unidos en la recientemente anexada Canadá, repugnado por las cosas que vió y los peligros impuestos en la gente en nombre de América.[2] Pero Randall era un soldado, un superviviente habilidoso que solía acampar de manera seguida por días, incluso con una esposa e hijo en Salt Lake City. El 23 de Octubre de 2077, Randall volvía a casa de uno de esos viajes, tomando la autopista estatal 77. A tan solo una hora de llegar a casa, la camioneta de Randall se detuvo, al mismo tiempo que un Chryslus conducido por una pareja de ancianos. Randall, reconociendo que se trataba de un PEM, se cubrió mirando hacia el sur y viendo el brillo que hacía parecer al mundo en vuelto en llamas por la caída de las bombas en Salt Lake City. En tan solo 7 segundos logró identificar 13 explosiones que sacudieron el suelo durante 18 segundos cada una. Salt Lake City fue decimada.[3]
Randall sabía que su familia estaba muerta. Agarró su mochila y su rifle y les dió un final misericordioso a la pareja anciana que había quedado ciega por mirar las explosiones, empezando un viaje a pie hacia el cañón de Zion. Tras cinco días, llegó y tomó refugio en la Cueva de Roca Caída. Se sirvió de equipamiento dejado por el Servicio Geológico de los EE.UU. y armó un pequeño refugio en un intento de sobrevivir los primeros 5 días. El 31 de octubre empezó a llover una lluvia negra que volvía loco al contador Geiger, por lo que decidió quedarse dentro. El 2 de noviembre, afuera era tan radioactivo que Clark no podía acercarse a 5 metros de la salida, asi que decidió esperar a que la radiación se fuera o el agua se le acabara.[3]
La situación continuó en 2078, habiendo pasado 2 meses dentro de la cueva por culpa de la radiación letal, sintiéndose confundido debido a que en el Ejército habían dicho que solo tardarían 2 o 4 semanas. Quedándose sin agua, Clark optó por aprovechar la condensación de las paredes de la cueva, cambiando su energía y calorías por un poco de agua fresca. Su único refrigerio fueron las comidas del SGEEUU aunque también se le quedaba corto. Si tuviera la mínima posibilidad de volver a ver a su familia, Clark estaría dispuesto a enfrentar el peligro de la radiación.[4]
Para el 10 de enero, 2 días de tormenta azotaron el valle y limpiaron vastamente la radiación residual, bajando en 500 la medida del contador Geiger. El 15 de enero empezó a nevar, teniendo la nieve un brillo verde. Pasaron los días y para el 28 la radiación ya no era letal y el agua de manantial en la cueva era bebible con el uso de drogas para la radiación. Pero aún así, Clark estaba solo, ya que no había nada ni nadie vivo fuera.[4]
La salida[]
Clark acampó en la Cueva de Roca Caída y la Cueva de Dos Cielos (que para 2083 ya eran bases bien asentadas), lentamente aventurándose más lejos, encontrando signos de vida como frutas mutadas de varios tipos, de las cuáles tomaba nada más una quinta parte del total para no interferir con el ciclo de vida de las plantas. El 7 de mayo encontró moscas picadoras y criaturas en forma de libélula que parecían alimentarse de las moscas.[5]
El 19 de mayo Clark avistó una familia de ovejas con cuernos enormes, incluyendo a los padres y una cría. Clark vió las posibilidades que la fertilidad y reproducción de estos animales traería, incluyendo su domesticación. Pronto, se decidiría a volver a casa después del invierno.[5]
Salió el 10 de abril y tardó 15 días en llegar a Salt Lake City, teniendo que evitar pozos de radiación y problemas para reubicarse en el camino. La misión de Clark no era solo de exploración, pues su objetivo era poder encontrar a su familia y darles un entierro. Solo para encontrar cómo la ciudad era casi en su mayoría cráteres, los edificios pilas y los rascacielos marcos de lo que fueron. Donde no había cráteres, solo quedaban cenizas. Clark se odiaba por ser un mero carroñero en vez de encontrar su hogar y morir ahí, como su familia.[6]
Para el 20 de septiembre de 2095, Clark se había encontrado a 28 personas, 11 hombres, 8 mujeres, 9 niños, de los cuáles asumió que eran mexicanos. Clark pudo acercarse cada vez más sin revelarse completamente, suficiente para conocer sus nombres y relaciones. El 10 de noviembre, una de ellos, José, se rompió la pierna persiguiendo a un muflón. Clark intentó abandonarlo a su suerte pero no pudo, eligiendo en cambio acercarse al campamento y empezando a imitar a José gritando, llamándoles la atención. A pesar de ser una herida intratable para estas personas, el 12 de noviembre Clark dejó un poco de medicinas cerca del campamento que las personas descubrirían tachándolo de un milagro de Dios. Para el 15 de noviembre, José ya no tenía la infección, efectivamente sobreviviendo.[7]
Los recién llegados[]
Con el invierno llegando, Clark se movió a la Cueva de Huesos de Piedra mientras vigilaba a los mexicanos, los cuáles sobrevivieron de manera fácil el invierno. Pero no la llegada de los nuevos, los moradores del Refugio 22, que se abrieron paso al cañón en un grupo de más de 100. La mayoría hombres. El 11 de febrero, los moradores atacaron el pequeño campamento de los mexicanos, dejando apenas 11 vivos y tomándolos como prisioneros.[8]
Clark se desesperó por ayudar a los pocos que quedaron vivos. Empezó a recolectar información sobre los puestos y patrullas de los moradores, aprendiendo que tosían mucho, sospechando que se trataba de tuberculosis. También descubrió que la única zona que no resguardaban era la del margen del río, por la cuál se escabulló el 14 de febrero hacia el cobertizo donde tenían encerrados a los mexicanos.[8]
Clark descubrió que las mujeres y los niños del grupo mexicano fueron devorados. En una misión de venganza, le declaró silenciosamente la guerra a los moradores, tendiendo emboscadas y trampeando cadáveres, llevándose todas las armas y munición que pudiese. Para el 28 de febrero había matado a 24 hombres. En una emboscada en The Narrows, un tiro le falló la arteria femoral por nada. El 2 de marzo una patrulla pequeña descubrió su base en la cueva, teniendo que moverse a Cueva Guarache no sin antes deshacerse de sus invitados.[9]
Finalmente, Clark ganó la guerra tras 10 meses de combate. Solo 34 moradores quedaron que decidieron comerse a sus muertos para recuperar energías e irse del cañón.[10] El resto, murió por Randall o por la enfermedad. Cuatro días después, una de las moradoras caería víctima de las trampas de Clark. Este la rescataría, aprendiendo que afirmativamente, los demás estaban enfermos y que los había dejado por ser, en palabras de ella, "hijos de Satanás", aseguró a Randall que ella estaba sana. Su nombre era Sylvie, y Randall la cuidó. También le enseñó sobre la vida fuera del refugio, algo de lo que quería aprender.[11]
La culpa del sobreviviente[]
Durante tres años, Clark y Sylvie vivieron en relativa felicidad. Pero todo cambió cuando Sylvie quedó embarazada en Septiembre del año 2100. Randall estaba atemorizado como nunca antes. Su tiempo en Canadá y el holocausto nuclear solo lo habían desarmado por dentro, pero esto le aterraba.[2]
Sylvie no sabía de Charlotte ni de Alex, la familia fallecida de Clark. Ella estaba contenta y confiaba en el futuro del niño. Randall viajó a Toquerville para buscar equipamiento y libros médicos, esto por asegurarse de que todo saliera bien.[2]
Aún así, con 9 meses de preparación, el día 5 de marzo, el nacimiento salió mal. El niño perdió la vida y Sylvie, que estaba anestesiada, también. Los enterró en el sur de The Narrows, con el leve alivio de que por lo menos pudo estar a su lado cuando ocurrió. Clark se dio por vencido. Regresó a su cueva y el 5 de marzo decidió suicidarse. Pronto se mudó a la Cueva de Campanilla.[12]
El 22 de agosto de 2108, Randall se encontró con huellas de pies descalzos. Pocos días después, descubrió que se trataban de muertos vivientes. Pensó que se estaba volviendo loco, pero esas dudas desaparecieron cuando las criaturas se le abalanzaron, obligándole a matarlos para sacarlos de su miseria, algo que el deseaba poder hacer por sí mismo.[13]
El 5 de febrero de 2113, Clark se preparaba para suicidarse, pero cambió de opinión, haciendo una entrada en su diario burlándose de su propia cobardía. El 25 de abril de 2123, Clark descubrió un grupo de niños que se habían asentado donde antaño lo habían hecho otro grupo que el Superviviente ya había protegido. Clark escuchó a los niños hablar de una escuela y el director. Clark quiso protegerlos y se las ingenió para hacerlo de varias formas.[14]
Empezó por dejarles regalos como revistas, manuales de armas, libros médicos, otros artículos prácticos y notas donde animaba a los niños a seguir creciendo y aprendiendo, además de pedirles que refuercen los valores normales de la sociedad del antiguo mundo como la humildad y la colaboración pero atacar con furia a cualquiera que quisiera lastimarles. Zion era su recompensa, un regalo para compensar todas las penas que el hombre infligió en sus vidas y entre ellos. Siempre dejaba firmadas las notas como "Vuestro padre", sin saber muy bien por qué.[1]
El 18 de enero de 2124 Clark aceptó que estaba muriendo. Cáncer de pulmón suponía él. 5 días después, dejó a los niños una última nota, poniendo cosas bonitas y motivándolos a seguir, diciéndoles que ahora debían hacer las cosas solos pero que él les protegería desde su silencio eterno, algo que era mentira, pero por supuesto, los niños nunca lo sabrían. En un intento de morir en un lugar que los niños nunca pudieran encontrar, Clark escaló La puerta roja con su bolso y su rifle en mano. Allí, bajo las estrellas, se dió cuenta que sus memorias fueron lo que le mantenían vivo y que le ayudaron a prevalecer. Gracias a los niños que repoblaron Zion, pudo redescubrir la inocencia, cerrando por última vez sus ojos el 23 de enero de 2124.[1]
Apariciones[]
Los restos de Randall Clark solo aparecen en el complemento Honest Hearts de Fallout: New Vegas.
Tras bambalinas[]
- El Superviviente fue diseñado por Joshua Sawyer y sus notas escritas por John Gonzalez. Fue pensado como un astuto hombre militar con pocos estudios formales.
- Sawyer no estaba al tanto del episodio de The Twilight Zone, The Old Man in a Cave durante la producción de Honest Hearts, por ende, este nunca jugó un papel en el desarrollo del personaje.[Otros medios 1]
Véase también[]
Referencias[]
Otros medios[]
- ↑ Joshua Sawyer en Somethingawful.com: Saint Sputnik comenta: La otra noche estuve viendo el episodio de Twilight Zone, "Old Man in the Cave", que trata sobre una misteriosa figura que ayuda a sobrevivientes del apocalipsis nuclear. Yo digo que los escritores de Fallout debieron tomar inspiración de TZ. Confirmas/niegas?
Nunca ví ese episodio (no hasta que lo ví listado en las notas de la wiki).