Los necrófagos salvajes son similares en apariéncia a los necrófagos normales, pero son más delgados y no andan o corren de manera normal. Son necrófagos que han perdido la cordura y su capacidad de razonar debido a la radiación, haciéndolos agresivos para cualquiera que no sea otro necrófago. Los necrófagos salvajes son en parte considerados por muchos humanos como responsables de la discriminación mostrada hacia todos los necrófagos, hayan conservado o no sus facultades mentales intactas.
La estructura cerebral de un necrófago salvaje indica que la capacidad regenerativa de los sistemas neurológicos que concede a los post-humanos necróticos "normales" su longevidad no se extiende a las funciones de razonamiento superiores del propio cerebro. Esta condición se conoce como "distrofia feroz post-necrótica", de acuerdo con el doctor necrófago Barrows. A pesar de la aparente falta de razonamiento superior que alguna vez tuvieron como humanos, algunos necrófagos son capaces de hablar en forma semi-inteligible, ya que los agentes de seguridad del Refugio 34 a veces gruñen frases comprensibles similares a las bestias mutantes de La Fosa, indicando que sus cuerdas vocales y los centros del habla de su cerebro están relativamente intactos.
A medida que el razonamiento y otras partes del pensamiento de orden superior del cerebro se deterioran, el sujeto necrófago se vuelve cada vez más hostil y siente una necesidad carnal de alimentarse, en oposición a la capacidad de razonar que conserva un necrófago necrótico típico. Se sabe que los necrófagos necróticos típicos pueden volverse salvajes cuando se exponen a niveles excesivos de radiación.[1]
Es posible que éste sea un proceso gradual y algunos, como el Doctor Banfield, creen que todos los necrófagos sucumbirán a esta condición. Sin embargo, considerando la existencia de necrófagos nacidos hace dos siglos antes de la Gran Guerra, es muy posible que esta teoría sea inexacta o que la tasa degenerativa dependa del individuo afectado y de los factores ambientales del entorno.
Al igual que con los necrófagos típicos, los salvajes no sólo son extremadamente resistentes a la radiación, sino que también se curan gracias a ella, como puede verse cuando un resplandeciente usa su radiación cerca de otros necrófagos. M.A.R.Go.T. también afirma que los necrófagos salvajes no tienen calor corporal interno.
Variantes[]
Agente de seguridad del Refugio[]
Son lo que queda del equipo de seguridad del Refugio 34. Sin embargo, se han convertido en resplandecientes que son notablemente más fuertes. Mientras están en combate, pueden producir un pulso de energía radioactiva.
Fin de la información basada en contenido cortado de Fallout: New Vegas.
El Resplandeciente[]
Estos necrófagos se encuentran a menudo en niveles más altos, y en lugares donde la concentración de radiación es más alta. Tienen significativamente más salud y daño que el necrófago promedio. Esta variante, al morir (y mientras ataca), emite una pequeña cantidad de radiación. Su ataque secundario es cuando estira sus brazos hacia el cielo y luego emite una ráfaga de radiación. En algunos casos, el necrófago puede matar a cualquier necrófago que se encuentre cerca de él para regenerar su salud.
Son lo que queda del equipo de seguridad del Refugio 34, y están vestidos con la armadura de seguridad del Refugio 34. Eran miembros del equipo de seguridad antes y durante los disturbios para controlar a los alborotadores, y eventualmente se convirtieron en necrófagos salvajes junto con la mayoría de la población restante del refugio después de la fuga radiactiva del reactor, convirtiéndose en criaturas hostiles que atacarán a cualquier ser humano que vean.
Se trata de un resplandeciente vistiendo un mono de RobCo. Este tipo de necrófago fue quitado del juego. A pesar de ser una 'resplandeciente', esta variante tiene una cantidad muy baja de salud, igual que los necrófagos salvajes de nivel bajo.
Fin de la información basada en contenido cortado de Fallout: New Vegas.
Morador del refugio[]
Los moradores del refugio son una variante de los necrófagos salvajes que se encuentran exclusivamente dentro del Refugio 34. Son lo que queda de la población del refugio tras la fuga radiactiva del reactor. Son completamente salvajes y atacan a cualquier humano que ven, en ocasiones se lo puede escuchar articulando frases humanas.
Los necrófagos salvajes son la variante básica del necrófago salvaje, llevan tan sólo unos pantalones rasgados y son notablemente más débiles que los oponentes humanos normales. Se los puede eliminar fácilmente con uno o dos tiros a la cabeza, o de un golpe en combate cuerpo a cuerpo con un arma en condiciones aceptables.
A pesar de sus ruidosos alaridos y su notable velocidad, no son una gran amenaza a menos que superen en número a su oponente o cuando el Mensajero está en un nivel bajo. Hay diversos tipos necrófagos salvajes y poseen diferentes colores de piel. Los colores de piel son diferentes dependiendo del origen étnico que tenían antes de la necrofaguización.
El necrófago salvaje errante es más peligroso que el necrófago salvaje normal. Aunque no es tan fuerte como la segadora de necrófago salvaje, es mucho más común. A diferencia de sus homólogos de Yermo Capital, no llevan lo que parecen ser restos de una vieja armadura de combate. En lugar de eso, pueden estar sin ropa o sólo usar una camisa sin mangas.
La segadora de necrófago salvaje del Mojave es mucho menos potente que la de Yermo Capital. En cambio, las segadoras de New Vegas son más comparables a las otras variantes de necrófagos salvajes, ya que no poseen la habilidad de lanzar trozos de su propio cuerpo a un objetivo, sus arremetidas no causan tanto impacto y ya no emiten Radiación.
Los soldados necrófagos brillantes son tropas de RNC que se han convertido en resplandecientes, afectados por los altos indices de radiación reinantes en el campamento Searchlight tras el asalto de la Legión. Al igual que los resplandecientes normales, los soldados necrófagos brillantes tienen la capacidad de emitir ondas de radiación nocivas. Decapitar a uno de estos necrófagos hará que brote sangre roja de su cuello, a diferencia de otras extremidades de su cuerpo donde la sangre es de color verde brillante.
Los soldados necrófagos salvajes son tropas de la RNC que se han convertido en salvajes. Son similares, pero no idénticos, a los necrófagos salvajes normales, con la diferencia que todavía llevan su armadura de soldado de la RNC, lo que indica que estaban en servicio cuando los soldados de la Legión abrieron los contenedores de desechos radioactivos en la estación de bomberos Searchlight.
Los soldados necrófagos que atacan con cuchillos de combate no son en realidad necrófagos salvajes, sino necrófagos normales que son hostiles. Por lo tanto, tras matarlos se pueden recoger sus cuchillos y armaduras de la RNC. En total hay nueve de estos necrófagos, y matarlos es parte de la misión Todos a una.
La supervisora es la única segadora de color naranja y se encuentra en la oficina del supervisor del Refugio 34. Su armadura y estructura facial son similares a las de una segadora de necrófago salvaje, pero tiene el mismo efecto de resplandor y radiación que un resplandeciente, aunque de un color diferente.
Como la mayoría de la población del refugio, la supervisora se ha convertido en un necrófago salvaje debido a la radiación. La supervisora está parada en una plataforma elevada en la oficina del supervisor, y en la parte inferior de esta plataforma hay dos torretas automáticas, que la defienden. De todos los enemigos en el Yermo de Mojave, tiene la mayor cantidad de PV entre los necrófagos, lo que la convierte en un personaje "jefe".
Los técnicos del refugio son los antiguos técnicos del Refugio 34, que desde entonces se han convertido en necrófagos debido a las fugas radiactivas. Simplemente llamados "técnico del refugio" en el juego, comparten el mismo modelo que los resplandecientes, junto con las mismas fortalezas y debilidades. Se los puede encontrar muertos en las cámaras inundadas dentro de la sección principal del refugio, en ambos casos bajo escritorios. También en ambos casos, el Mensajero debe recuperar unas contraseñas12 de los cadáveres para lograr avanzar a otras secciones dentro del refugio.
Tres de ellos se encuentran vivos en el reactor, al que se accede por un túnel bajo el escritorio de la supervisora del Refugio 34. Uno deambula por los pasillos, mientras que los otros están parados en la sala.
El resplandeciente muerto al oeste de Novac emite radiación. Si el Mensajero intenta mover el cadáver, la radiación permanecerá en el mismo lugar.
Cualquier armadura usada por los necrófagos parece ser puramente cosmética, no provee Umbral de Daño o Resistencia al Daño y los necrófagos nunca sueltan su armadura al morir.
Tiene plataforma::PlayStation 3Tiene plataforma::Xbox 360 Cuando la Supervisora es asesinada con un arma de energía, es posible que no aparezca el montón de cenizas. Esto puede ser problemático ya que la misión Blues Hard Luck requiere la contraseña que se encuentra en su inventario.
Tiene plataforma::PCTiene plataforma::Xbox 360Tiene plataforma::PlayStation 3 A veces la Supervisora no ataca al Mensajero, ni siquiera cuando sus torretas son destruidas, agravado por el hecho de que no puede moverse de su podio/escritorio.
Tiene plataforma::PC A veces puede haber una probabilidad del 0% de provocar impactos estado V.A.T.S. en sus cabezas, incluso cuando el Mensajero tiene una visión perfecta de la cabeza y está cerca del objetivo.
Sonidos[]
Galería[]
Supervisora del Refugio 34
Modelo alternativo utilizado para el necrófago salvaje errante
Efectos en el juego de los puños de la criatura de la Legión cortado
Arte conceptual del necrófago salvaje de Fallout 3